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Los ocupantes que no lleven el cinturón de seguridad abrochado corren el riesgo de sufrir heridas graves o incluso mortales.
En caso de choque frontal, los ocupantes del vehículo que no lleven abrochado el cinturón de seguridad se verán lanzados hacia delante - de un modo incontrolado - por el interior del habitáculo, golpeándose, p. ej., contra el volante, el tablero de instrumentos o el parabrisas
fig. 142►. Los ocupantes del vehículo que no lleven abrochado el cinturón de seguridad podrían ser catapultados al exterior del vehículo. Esto puede ocasionar heridas graves o incluso mortales.
Es errónea la idea generalizada de que en caso de accidente se puede parar el golpe con las manos. Incluso circulando a poca velocidad, en caso de choque actúan sobre el cuerpo fuerzas que no pueden contrarrestarse apoyándose.